7.11.09

Software is King

La industria de la tecnología no ha sufrido mucho en esta crisis. No solo no ha sufrido, sino que ha salido fortalecida. Vemos en este gráfico de un artículo de The Economist reciente, como la inversión en tecnología ha crecido como porcentaje de la inversión total en EE.UU.

Lo que me parece más interesante aún, es como el Software se convierte en el elemento más importante de las inversiones. Y esto dentro de un tendencia en la que el software es cada vez más barato o gratis. Interesante...

Música maestro!

El pasado 28 de octubre presentamos en Google nuestro producto de búsqueda de música. Desde mi equipo organizamos un evento en Los Ángeles donde dimos cita a gran parte de los protagonistas de lo que será la industria de la música en los próximos años: compañías discográficas, cantantes, grupos de renombre y empresas punteras de internet como Lala or iLike. El evento tuvo lugar en la sede de Capitol Records, en los estudios A y B donde grandes artistas como Frank Sinatra, Paul Mcartney o Nat King Cole grabaron sus grandes éxitos. En la preparación del evento pude utilizar las oficinas casi vacías de los ejecutivos de Capitol Records: amplios espacios con equipos para reproducir cintas de cassette, DVDs y discos de vinilo. Se respiraba una decadencia que más que presagio era evidencia cierta de una muerte inminente. Sin duda alguna la forma de producir y distribuir música en el 2010 no tiene absolutamente nada que ver con cómo se hacía hace tan solo 10 años. El esplendor de esos estudios ha sido sustituido por el MP3, el iPod y Spotify.

L a música es un elemento fundamental de nuestras vidas, en cualquier cultura y a lo largo de la historia. Dos de las búsquedas más populares de todos los tiempos en Google tienen que ver con música. Los términos “letras” y “música” están en el top 10 de las búsquedas de Google en inglés. Pero ¿cómo ha afectado internet a la música y en qué medida?
A mi juicio Internet ha sido el catalizador más importante de la evolución de la industria de la música. Y lo ha hecho en tan solo 10 años en cuatro pasos.

El primero fue la necesaria transición del formato analógico al digital que se produjo con el DVD en los 90. El hecho de que la música estuviese codificada en este formato digital ha hecho que pudiese almacenarse y compartirse más eficientemente.

El segundo fue la aparición de un dispositivo que permitiese que el consumo de esa música digital fuese más cómodo y asequible que el viejo paradigma de un disco intercambiable con un reproductor. La aparición del iPod en el 2001, del resto de los reproductores de música digital ha fundamental. Apple ha vendido hasta la fecha más de 220 millones de iPods.

El tercero son los servicios para compartir música o los P2P. Estos servicios han contribuido tremendamente al éxito de la difusión de música por internet, pero han sido también uno de los lastres más gravosos. El hecho de que no se respete la propiedad intelectual y el artista no tenga control sobre las distribución de su obra ha supuesto una de las trabas más importantes en esta transición al modelo digital. La Federación internacional de la industria de la discografía estima que el 95% de las descarga de música en el mundo continúan siendo ilegales.

El cuarto elemento es el Cloud Computing. El cambio hacia aplicaciones y contenidos que no residen en tu ordenador, sino en los servidores de los grandes proveedores de internet, está permitiendo que podamos comprar y compartir música sin miedo a perder las copias compradas y de forma legal.

Internet es la plataforma en la que estos cuatro elementos se combinan para hacer que se consuma más música que nunca y de la forma más eficiente. Pero uno de los problema intrínsecos de internet es la dificultad de control en la distribución y el consumo de contenidos. Precisamente el secreto de su éxito es también uno de sus problemas más importantes. Sin embargo no tiene ningún sentido renunciar a los beneficios tremendos que nos da Internet. Es el desafío de todas las partes afectadas el encontrar un modelo donde todas las partes salgan ganando. Como digo casi siempre, y es que es cierto, estamos al principio de lo que internet va a permitir que hagamos con la música que nos gusta, la que conocemos y la que no conocemos y estamos aún por descubrir.

Artículo publicado en CincoDías el 6 de noviembre de 2009